Tarde de lluvia
repleto esta el aeropuerto de tu lejanía
repleto esta de gente sin mirada firme
dubitativos, estribantes como un gesto mismo
y yo repleta de deseos,
cargada de ganas.
Me preguntan que ¿de qué?
les digo que de vivir
y lo reafirmo
con un noble gesto sembrado en mi cara
esa sonrisa tan tuya...tan mía.
Esa sonrisa tan nuestra
esa sonrisa que encandila rostros inertes
rostros pusilánimes.
¿Cuántos de esos he visto a diario
que no me han dado tiempo ni de pensar en ellos?
De repente aparece Copo de Nieve,
eternecido, envejecido.
Y me pregunto ahora:
¿Cómo es posible que solo naciendo o muriendo entendamos que la ternura será lo último en apartarse de nuestros corazones?
De que sin ella no hay verdad posible.
La ternura obnubila
la paciencia nos pide a gritos un espacio en el regazo,
pero sobre todo la paz nos hace eternos.
La paz nos conmueve.
Sin paz no hay equilibrio posible
entre tan distintos que somos
pero entre tan iguales y aparentes.
Bendita sea la paz que encandila tu mirada,
bendita sea la paz que florece en tu sonrisa.
Bendita, siempre bendita tu rostro de niña inquieta,
curiosa, escurridiza.
Bendita sea tanta maravilla,
bendita seas por siempre vida.
Jessica Torres Moya
repleto esta el aeropuerto de tu lejanía
repleto esta de gente sin mirada firme
dubitativos, estribantes como un gesto mismo
y yo repleta de deseos,
cargada de ganas.
Me preguntan que ¿de qué?
les digo que de vivir
y lo reafirmo
con un noble gesto sembrado en mi cara
esa sonrisa tan tuya...tan mía.
Esa sonrisa tan nuestra
esa sonrisa que encandila rostros inertes
rostros pusilánimes.
¿Cuántos de esos he visto a diario
que no me han dado tiempo ni de pensar en ellos?
De repente aparece Copo de Nieve,
eternecido, envejecido.
Y me pregunto ahora:
¿Cómo es posible que solo naciendo o muriendo entendamos que la ternura será lo último en apartarse de nuestros corazones?
De que sin ella no hay verdad posible.
La ternura obnubila
la paciencia nos pide a gritos un espacio en el regazo,
pero sobre todo la paz nos hace eternos.
La paz nos conmueve.
Sin paz no hay equilibrio posible
entre tan distintos que somos
pero entre tan iguales y aparentes.
Bendita sea la paz que encandila tu mirada,
bendita sea la paz que florece en tu sonrisa.
Bendita, siempre bendita tu rostro de niña inquieta,
curiosa, escurridiza.
Bendita sea tanta maravilla,
bendita seas por siempre vida.
Jessica Torres Moya
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