lunes, 3 de octubre de 2011

El Egoismo de la Muerte

Gelida, amarga, lujubre, inucitada
como noche fría de un diciembre
como una ventizca de invierto sin cobertizo
Robas a tu andar los sueños
y te cargas arrebatando en el silencio
                                                    el calor de sus cuerpos
Unos te temen, otros te añoran
mientras tanto yo te espero
en el desvan de las estaciones
                                           del tren de mis momentos,
acariciando pacientemente
la posibilidad de hacer mia
De arrancarte de zarpazos
tantos sueños
tanto aliento arrebatado
y clavarte en la mirada
una dulce y suave sonrisa
que te haga saber que siempre has sido doncella
nunca reina,
yang y nunca vida.
Intiutivamente postuma,
egoista y pretenciosa,
todos prefieren tenerte
más nadie desea saberte cerca
ni abrazando la nobleza del ser amado.
Rencor es lo que siento de saberte
                                                y no tenerte.

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